Nokia ha hecho oficial su acuerdo con HMD Global, una empresa finlandesa a quien Nokia cederá su marca y patentes para que pueda realizar smartphones bajo su nombre y tutela. Anunciado previamente a los accionistas en mayo, el acuerdo supondrá la vuelta de Nokia a las estanterías de las tiendas de telefonía tras un forzado hiato.
En concreto, Nokia anunció en agosto que están trabajando en cuatro dispositivos distintos entre smartphones y tablets, que según el nuevo comunicado llegarán a principios de 2017, y estarán basados en el sistema operativo Android, aunque no sabemos con qué versión concreta, y qué cambios incluirá HMD en el software para distinguirse en el mercado.
Nokia se deshizo de su división de hardware en 2013 vendiéndola a Microsoft por 5.400 millones de euros, incluyendo unos derechos de explotación comercial de su marca que Microsoft acabó vendiendo más tarde a la propia HMD Global. Nokia se centró en su negocio de telecomunicaciones tras la venta de su división de teléfonos, y con la compra de Alcatel-Lucent, se colocó en la cabeza mundial de proveedores de servicios de comunicaciones.
El director de marketing de HMD, Pekka Rantala, que estuvo en Nokia trabajando 17 años, de 1994 hasta 2011, aseguró que Nokia “resucitará” en una entrevista concedida en agosto.
HMD no es una empresa cualquiera. Con base en Helsinki, muy cerca de la propia Nokia, está fundada por ex-veteranos de la famosa compañía finlandesa, con lo que se puede decir que todo queda en casa. Nokia, que ha dejado claro que no tiene ninguna inversión en HMD, sí tendrá un rol decisivo, y todos los productos tendrán que ser aprobados desde las oficinas de Nokia antes de ser puestos en el mercado.
Negocio euroasiático
La fabricación correrá a cargo FIH Mobile Limited, que compró a Microsoft los restos de su negocio de teléfonos móviles tradicionales por 350 millones de dólares. El complicado acuerdo contará además con 500 millones de dólares dedicados a promoción y marketing para los productos durante los próximos tres años.
FIH es subsidiaria de la taiwanesa Hon Hai Precission Industry, más conocida como Foxconn, el gigante de la fabricación de tecnología de consumo encargada de realizar el ensamblaje para grandes compañías como Apple, Sony o Microsoft. Foxconn cuenta con casi millón y medio de empleados en sus plantas de Shenzhen, al sur de China, aunque cuenta con fábricas por toda la geografía del sureste asiático, e incluso en la propia Unión Europea, con plantas en Hungría y Eslovaquia.
El hiato con Microsoft
La decisión de Nokia de mantener sus sistemas operativos propios cuando el iPhone y Android tomaron el mercado fue visto como una terrible decisión por parte de los analistas entonces. Una decisión solo superada después por dedicar toda su gama de smartphones a Windows Phone, el sistema operativo móvil de Microsoft.
Nokia pasó a ser el mayor vendedor de terminales con Windows Phone, pero su lugar en el mercado pasó a ser menor todavía. Cuando Microsoft decidió ejecutar la compra, a finales de 2013, de la división móvil de Nokia, para atarla dentro de su ecosistema, ya era tarde. Poco más tarde, en 2015, Microsoft tuvo que hacer un descuento en sus cuentas por el valor casi íntegro de lo que pagó por la división, poniendo fin a la presencia de Nokia en el mercado.
Las malas decisiones de Nokia y Microsoft tanto a nivel de hardware como de software, desde 2008 en adelante, hicieron que las dos compañías, que habían liderado el sector de la telefonía móvil inteligente a nivel mundial junto con BlackBerry hasta entonces, fueran sacadas del mercado de forma absoluta en cuestión de años.
Mientras Microsoft sigue con su apuesta, cinco años después, para unificar sistemas operativos, la vuelta de Nokia de la mano de Android al mercado,nos pone en un ejercicio de qué pudo haber sido.
Fuente: LA VANGUARDIA