Unas mil 500 personas estaban presentes en el Bataclan cuando comenzó, minutos después de las 21:00 horas locales, el espectáculo de Sting precedido de un minuto de silencio.
Antes de acceder, los espectadores -entre los que había varios centenares de los que habían estado allí mismo el día de los atentados o miembros de sus familias- tuvieron que pasar hasta cuatro controles de seguridad.
En el área había barricadas y cantidades de policías armados que estaban cateando a los afortunados que consiguieron boletos.
Bataclan dijo que los mil boletos para ver al ex vocalista de The Police se vendieron en menos de 30 minutos y que regalaron 90 boletos a familiares de las víctimas de los ataques realizados en París el 13 de noviembre del año pasado.
Los ataques coordinados con armas semiautomáticas y explosivos en la cintura fueron perpetrados en Bataclan, bares, restaurantes y el estadio, dejando 130 muertos y cientos de heridos. Fue el peor acto de violencia de extremistas realizado en Francia. El ataque fue atribuido al grupo Estado Islámico.
Algunos supervivientes se quedaron afuera del salón de París realizando una vigilia tranquila. Otros estuvieron silenciosos adentro, tomando una bebida en espera del inicio del concierto. El salón remodelado olía a pintura nueva.
Aurelien Perrin, de 25 años, sobrevivió la masacre en Bataclan pero su amigo Nicolas Berthier perdió la vida.
«Vine sola esta noche. Es muy emotivo porque sigo teniendo recuerdos de esa noche. Estaba parada allí, al otro lado del bar cuando todo ocurrió. Esta es la primera vez que regreso a este lugar desde esa noche», dijo.
Perrin agregó que no ha ido a ningún otro bar ni siquiera al cine desde aquella noche fatídica.
«Estoy aquí porque es importante terminar un concierto que nunca terminó. Es por el recuerdo de mi amigo y por todas las 90 personas que murieron», dijo.
Sting, quien tocó en Bataclan en 1979 con The Police, dice que las ganancias del concierto irán a organizaciones caritativas que ayudan a los supervivientes. Más de mil 700 personas han sido reconocidas oficialmente como víctimas de los ataques.
Aparte de los muertos, nueve personas siguen hospitalizadas y otras quedaron paralizadas o con heridas irreparables. El gobierno dice que más de 600 personas siguen recibiendo tratamiento psicológico relacionado a los ataques.
El nuevo álbum de Sting, 57th & 9th, fue lanzado este viernes.