A pesar de que son muchos los expertos que en una situación de mercado complicada resaltan la importancia del ‘stock picking’ a la hora de invertir para sacar el máximo rendimiento posible la gestión activa está agonizando. Según recoge The Wall Street Journal citando datos de Morningstar, los fondos de gestión activa no dejan de perder importancia frente a los de estilo pasivo.
De este modo, durante los tres últimos años los inversores han añadido 1,3 billones de dólares a los fondos de inversión pasivos, mientras que en ese mismo periodo 0,25 billones de dólares fueron retirados de la gestión activa.
Y es que, según resalta el diario norteamericano, los gestores de los hedge funds «están afrontando retiradas de dinero crecientes al tiempo que sufren para poder justificar sus honorarios». Una de las principales ventajas de la gestión pasiva es el hecho de tener que afrontar unas comisiones muy inferiores a las de la activa que, además, no se ha mostrado capaz de batir al mercado de manera consistente.
Según los datos recogidos por Morningstar, durante la última década entre el 71% y el 93% -dependiendo del tipo de producto- de los fondos de inversión activos del mercado americano o bien han cerrado o bien no han sido capaces de batir a su índice de referencia.
Esto ha llevado a que este tipo de productos haya perdido cada vez más importancia, pasando de suponer hace diez años el 84% de los fondos a un 66% en la actualidad, lo que implica una caída de 18 puntos porcentuales en solo una década.
«Es tiempo de darnos cuenta de la verdad», rezaba una carta de Cohen & Steers en marzo a sus accionistas recogida por el rotativo americano, la selección de acciones en su forma actual «no es ya una industria en crecimiento». Así, el documento advertía que aquellas firmas que «no se posicionan para el cambio abismal» que se está produciendo «serán relegadas al cubo de basura de la historia».
Uno de los problemas que afrontan los inversores toda vez que van abandonando la gestión activa para abrazar los fondos indexados es que están desistiendo de lograr batir al mercado, ya que los fondos pasivos están diseñados para igualar al mercado.
Además, uno de los argumentos que esgrimen los defensores de la inversión activa es que si cada vez menos gestores ponen en práctica el estudio de empresas para elegir cuáles son los mejores valores y evitar los peores esto podría llevar al mercado a perder la capacidad de poner un precio justo a los títulos.