El torero Juan José Padilla sufrió una impactante cornada cuando toreaba a uno de los astados durante la Feria del Pilar de Zaragoza.
El astado, de la ganadería de Núñez del Cuvillo, sorprendió al diestro, impactándole justo en el parche del ojo que perdió en un incidente anterior.
En un primer momento, Padilla perdió el conocimiento y fue trasladado a la enfermería. Se informó que “tiene una fuerte contusión”, pero las primeras impresiones “son tranquilizadoras”.
Se da la circunstancia de que la cornada con la que Padilla perdió el ojo izquierdo se produjo justo en el mismo recinto, la Plaza de la Misericordia de Zaragoza, hace cinco años. Público y toreros, conscientes de la escalofriante coincidencia, observaban impactados cómo Padilla intentaba recuperarse junto al burladero, sin que se conociera la gravedad del percance hasta que el jerezano se dejó llevar en volandas a la enfermería.
Morante de la Puebla tomó las riendas y se encargó de la lidia de ese primer toro, al que sacó dos estimables series de derechazos mientras al de Cuvillo le duró el fuelle.
Dio tiempo entre tanto a que los ánimos se calmaran, mientras de la enfermería llegaban noticias tranquilizadoras.
Y Padilla provocó una explosión de júbilo en los tendidos cuando apareció de nuevo por la puerta de la enfermería.
Para compensar el mal trago, el destino le tenía guardado al jerezano el regalo de un toro de dulce embestida con el que se pudo explayar en su personal tauromaquia, ante una plaza entregada y que lo tiene adoptado como torero predilecto.
Los gritos, casi de estadio de futbol, de “¡Padilla, Padilla! surgieron por todo el tendido en varias ocasiones, después que, con total entrega, saludara a ese su único toro hasta con tres largas cambiadas de rodillas.
Fuente: Excélsior
